Brahma y la Oruga
Brahma visitó una vez más su creación y se fascinaba al ver la pluralidad y la
felicidad de sus criaturas. Su mirada se dirigió a un grupo de orugas que se arrastraban bajo la protección del follaje. La última oruga era la más lenta en arrastrarse y se quejaba en voz alta. Al acercarse, Brahma pudo escucharla:
"¡Ay! este polvo, este arrastrarse sobre la tierra. ¡Es un vegetar miserable!" Lleno de compasión y amor, Brahma se inclinó hacia la oruga dándole palabras de consuelo y presentando ante sus ojos los bellos lados del Ser-oruga. Las palabras de Brahma la pusieron feliz y satisfecha, no pudiendo imaginar otra vida que la de oruga.
Brahma se alejó, volviendo meses después al mismo lugar. A su regreso vio, para su felicidad, que las orugas se habían convertido en mariposas. Se habían elevado del polvo para acercarse al néctar de los pétalos. De pronto Brahma dirigió su mirada hacia una oruga sola que todavía se arrastraba por la tierra. Se había sentido satisfecha con su desgracia, quedándose así en el estado de oruga. Brahma, al ver esto, se dijo que jamás volvería a alabar a una de sus criaturas.
Información ofrecida por la Asociación Cultural Nueva Acrópolis - Málaga