Símbolo universal y altamente complejo. En su capacidad letal, representa la muerte y la destrucción, cuando está enroscada se la compara con los ciclos de lo manifestado. Es solar y lunar, la muerte y la vida, la luz y las tinieblas, el bien y el mal, la sabiduría y la pasión ciega. Es un símbolo fálico masculino y siempre acompaña a deidades femeninas , adoptando cualidades femeninas de lo secreto, lo enigmático y lo intuitivo.
También es la manifestación de cualquier nivel de fuerza, la fuente de todas las potencialidades materiales y espirituales, estrechamente asociada a la vida y a la muerte.
Mantiene contactos con el mundo subterráneo y las tinieblas, teniendo acceso a la magia y a la omnisciencia.
Es enemiga del sol y de todos los poderes solares y espirituales, y representa las fuerzas oscuras de la humanidad.
Representa el conocimiento, el poder, la astucia y la sutileza, el ingenio, las tinieblas, el mal y la tentación.
En su sentido cosmológico representa el océano primordial si está enroscada, los ciclos y lo dinámico.
Si aparece con un águila representa la serpiente lo ctónico y lo manifiesto, las tinieblas.